Entremos en el corazón de la diferencia entre producción 100% analógica de los 80s y 90s vs. producción digital in the box (ITB) moderna. La respuesta corta: son dos mundos distintos, pero podemos acercar mucho el flujo digital al “sonido analógico” de los 90s… si entendemos qué hacía que esas producciones sonaran como sonaban.
Voy a dividirlo en tres partes:
Qué pasaba en los 90s y por qué sonaba así
Cómo emular ese sonido en digital (ITB)
En los 90s la música electrónica bailable (techno, eurodance, house) tenía un carácter orgánico, cálido y “gordo”, y eso no se debía solo a los sintes, sino a toda la cadena de producción. Los elementos clave eran:
Sintetizadores digitales/analógicos reales → Roland JD-800, Korg M1, Yamaha DX7, Roland Juno-106, etc.
Cajas de ritmos míticas → TR-909, TR-808, LinnDrum, etc.
Estos generaban armónicos naturales y ruido eléctrico que daban carácter.
Mesas como SSL, Neve, Soundcraft o Mackie coloreaban el sonido.
Los canales tenían preamps discretos y EQs musicales que saturaban suavemente.
Al sumar varias pistas, la suma analógica añadía “pegamento” y microdistorsión armónica.
En estudios europeos, se grababa en cinta de 1/2” o 2” antes de pasar al master.
La cinta:
Suavizaba transitorios.
Limitaba naturalmente los agudos.
Añadía compresión sutil y saturación armónica.
El resultado: graves redondos, medios dulces y agudos no agresivos.
Solo había una conversión al digital en mastering.
No existían problemas de aliasing porque no habían plugins VST.
En otras palabras: el sonido era “limitado” técnicamente, pero musicalmente más cohesivo y cálido.
Hoy estamos en otro mundo: usamos VST, plugins, interfaces digitales y todo pasa por conversión. Pero, con el conocimiento actual, podemos acercarnos mucho al sonido de los 90s. Para eso, hay que recrear tres pilares:
Usa emulaciones de mesa y saturadores de bus en cada canal o subgrupo.
Plugins recomendados:
UAD Neve 88RS o SSL G → color y pegamento.
Softube Console 1 → flujo de mezcla analógico ITB.
Waves NLS o Plugin Alliance bx_console → emulación de canales individuales.
Aunque trabajes a 48 kHz, si usas saturadores buenos, puedes simular la compresión natural de la cinta:
UAD Studer A800 → ideal para baterías y bajos.
Softube Tape → muy musical.
FabFilter Saturn 2 → con oversampling y drive suave.
Aquí entran los 96 kHz:
Como en los 90s no existía aliasing, para sonar analógico conviene evitarlo.
Si tu PC aguanta, trabaja a 96 kHz.
Si no, activa oversampling 2x o 4x en plugins críticos: Saturn 2, compresores, distorsiones, reverbs.
Un ejemplo de cadena para lograr ese sonido:
[EQ sutil analógico] → [Compresor bus SSL / Neve] → [Saturación de cinta] → [Limiter suave]
No busques loudness extremo en mezcla.
Deja picos de -3 dBFS y un DR (Dynamic Range) entre 9 y 12 LUFS como en los 90s.
Aquí entramos en terreno subjetivo:
| Aspecto | Sonido 90s (analógico) | Sonido actual (digital) |
|---|---|---|
| Calidez | ||
| Claridad extrema | ||
| Pegamento natural | ||
| Rango dinámico | Alto (más aire) | Menor (más loudness) |
| Aliasing | Cero | Muy presente |
| Workflow | Lento, caro, limitado | Rápido, flexible, infinito |
| «Carácter» | Muy marcado | Depende de plugins y DAW |
| Impacto comercial | Menor RMS, pero pegajoso y cálido | Más volumen, más brillo, más fatiga |
Conclusión:
El sonido 90s es orgánico, envolvente y cálido.
El sonido actual es hiperdefinido, brillante y punchy, pero más propenso a fatiga auditiva.
Ninguno es mejor: depende de tu objetivo artístico.
Para techno bailable, lo ideal es combinar lo mejor de ambos mundos:
Usar flujo digital moderno por flexibilidad.
Aplicar procesamiento analógico virtual para lograr esa calidez de los 90s.
Y mantener controlado el aliasing con oversampling o 96 kHz.
Para recrear el feel de los 90s:
Sintetizadores → Usa VSTs que emulen sintes reales noventeros: Roland Cloud JD-800, Korg M1, Yamaha DX7, etc.
Baterías y bajos → Programa con samples originales de TR-909/808 o plugins dedicados.
Flujo analógico ITB:
Poner un emulador de consola en cada canal.
Agrupar baterías, bajos y leads con saturación suave de cinta.
Mastering → Evitar la guerra del loudness, apuntar a un sonido cálido y dinámico.